Hablar de erotismo es hablar de sensualidad y excitación. Lo erótico no entiende de clases, ni de normas, ni de gustos. Lo erótico es una puerta abierta a las pasiones, a los deseos, a los sentidos. Y la
literatura erótica contiene un buen número de todo ello.
Eros, el Dios del amor, es el punto de partida del inabarcable mundo del erotismo.
Desde el principio de los tiempos han existido manifestaciones eróticas, ya sea a través de la literatura, la pintura, la escultura, la arquitectura, el teatro, la poesía o cualquier otra vía de expresión. A pesar de la censura y la represión, los escritores de antaño se las ingeniaban para plasmar lo sugerente en sus obras con elegancia y discreción.
El
"Libro del Buen Amor" es uno de estos trabajos. A través de sus páginas,
Juan Ruiz, conocido popularmente como el
Arcipreste de Hita, relató en primera persona y con tono festivo sus aventuras amorosas y otras historias anónimas de la Baja Edad Media. A través de sus palabras supo hacer extremecer a los lectores hasta la extenuación de sus cuerpos.
El tórdido romance entre Don Melón (nombre designado al propio Arcipreste) y Doña Endrina, así como el protagonizado por Don Carnal y Doña Cuaresma encierran en sí mismos grandes dosis de erotismo. ¿A qué esperas para comprobarlo?
¡Déjate llevar por la sutileza y la sensualidad de las palabras!Lo mejor: la calidad y la variedad de los relatos que componen la obra, de más ni menos 1.728 estrofas. Puedes encontrar fábulas, serranillas, cuentos y un sinfín de recursos literarios. Y no te pierdas las peripecias de una peculiar celestina: Trotaconventos.
Lo peor: que la obra está incompleta porque faltan tres manuscritos.
Si he conseguido convencerte, puedes leer de forma gratuita la obra desde la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Pincha
aquí.
(Imagen: uno de los manuscritos del Libro del Buen Amor, que se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid. Fuente: Wikipedia)