21 de febrero de 2007

La fugacidad de las palabras

La afición por leer es algo que se adquiere con los años. Es un hábito que se cultiva en la infancia, cuyos frutos perduran toda la vida. Cuando la literatura consigue atraparnos es como si se detuviera el tiempo, como si necesitáramos detener en nuestra mente la fugacidad de las palabras.

He seleccionado esta fotografía porque refleja muy bien el sentir que comparten muchos lectores cuando se meten en las entrañas de una historia. Y precisamente en eso radica la magia de los libros.

(Imagen, autor: Moriza)

2 comentarios:

josefk dijo...

Algo parecido a lo que le pasa a la de la foto me pasa a mí cuando me sumerjo en un libro. Me obceco y no hay quien me separe del negro sobre blanco.

Ciertamente.

Besos y/o abrazos

Alicia dijo...

Estimado José, te agradezco que día tras día sigas disfrutando de En el tintero. La atracción de la literatura es tal que a veces nos dejamos llevar hasta tal punto que "volamos". Saludos.